sábado, 21 de marzo de 2009

La Teta Asustada

(Dirigida por Claudia Llosa – Perú 2009)

Las plantas no son como la gente. Dicen la verdad.
Una anciana canta con su melodiosa voz y cuenta la tragedia de su vida. Minutos después muere. Su hija Fausta (Magaly Solier) ha estado ahí presenciando todo. Su mirada es triste, muy triste. Sale de la habitación, en el patio de la casa está la familia haciendo los preparativos para el futuro matrimonio de una de las parientes de la familia. Fausta intenta comunicar la noticia pero le vence un desmayo con sangrado nasal incluido.

Ya en el hospital le comunican al tío de Fausta que la muchacha tiene un tubérculo en su útero. Parece que el doctor estuviera hablando una tremenda tontería pero lo dice con una seriedad que llama la atención. El tío le dice que Fausta sufre una enfermedad llamada La Teta Asustada por la cual la persona no posee alma. El doctor dice que una enfermedad como la que le ha descrito no existe en los libros. Sencillamente piensa que la chica debe saber más acerca de métodos anticonceptivos, quizá piensa que esa papa es para protegerse.

En efecto, razón no le falta al doctor. Fausta tiene la papa como protector de los violadores. Al fin y al cabo su madre fue violada estando gestándola a ella. Fausta quiere llevar el cuerpo de su madre fallecida a la provincia natal de la anciana, pero le falta dinero. Una conocida de la zona donde vive, le recomienda como empleada a la casa de una pianista famosa.

Fausta entra a trabajar a la casa y conoce a un jardinero Noé (Efraín Solís) que va todos los días a trabajar. Fausta siempre busca que alguien la acompañe de vuelta a su barrio porque teme que algún alma maligna se la lleve. El jardinero conversa siempre con Fausta, pretende quitarle ese trauma que ella lleva dentro. Ese miedo al caminar por las calles, de que la violen, de que le hagan algo. La única manera que tiene Fausta para botar todo eso que lleva dentro es cantando y cantando. Canta historias tristes como una sobre una sirena.

Fausta empieza a mirar al jardinero con otros ojos, baja la mirada cuando él la mira. Un día él le lleva cuatro caramelos como regalo. Otro día ella le invita agua en un vaso grande. Algo esta pasando entre ambos, quizás es amor.

Ganadora del Oso de Oro de Berlín, Ganadora del Premio de la Crítica Internacional en La Berlinale, La Teta Asustada es un film de autor. Claudia Llosa continua en la línea de su anterior película Madeinusa, nos sorprende una vez más con una historia no convencional que de a pocos se va haciendo más real conforme el personaje central va tomando conciencia de que debe superar su trauma para lograr convertirse en un ser humano total y feliz. Llosa utiliza la misma actriz de su anterior película, Solier impecable, y el reparto que la acompaña en muchos casos son actores amateurs que no desentonan. El personaje del jardinero, interpretado por Efraín Solís, es el mejor logrado, entabla una química con la Solier que pareciera que hubiera realmente un flirt entre ambos. La película te deja esa sensación.

Un espacio para hablar Solier, le da a su personaje el perfil traumático que tenia Pietro Sibille en la exitosa “Días de Santiago” o el mismo Robert De Niro en “Taxi Driver”. Su mirada es parecida a la que tenía Sergio Gjurinovic hacia las Clases Ricas del Perú en la película “Dioses” solo que en el caso de Solier es una mirada a las Clases Populares del Perú. Su voz nos cautiva que hasta pareciera que estuviéramos en una película musical que nos invita a relajarnos y disfrutar de una historia de amor. Finalmente que guapa es esta mujer.

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