miércoles, 20 de abril de 2011
Trébol de 2 hojas
Cuando te vi, quede fuera de mi
y nunca regrese, al hombre que yo fui
y aunque pelee por no entregarme
entero a tus embrujos
ya no soy nada
y nada queda de mi
si es mejor, o si es peor
ya no me importa
ya no escucho ni tampoco puedo ver
ya no existo no soy nada
y ya nadie me responde
soy una nube que va a desaparecer.
(Canción: Cuando te vi – Canta: Vicentico)
Marco (Jorge Romero) sentado frente a la cámara, nos cuenta como es él. Le gusta verse y lucir bien para los demás, proyectar vitalidad, ir a buenos lugares, hacer deportes y sobre todo “que los demás se percaten de su existencia”. Practica el yoga. Trabaja y punto.
Lucía (Lucía Mendoza) tiene 24 años y vive en un departamento que paga su vieja, no ve televisión, no compra diarios, odia escuchar noticias, no le gusta los celulares, odia la política, aborrece los discursos religiosos, detesta los libros de superación personal, ama la música punk, detesta los finales felices de las películas, para ella el matrimonio es una farsa, no fuma, no toma ni se droga simplemente porque no le da la gana. Le gusta la leche caliente y todo tipo de comida chatarra. Es una mantenida y no le importa. Quiere vivir su vida sin joder a nadie.
Marco y Lucía, así siendo tan distintos, se enamoraron unos años antes. Su historia del desarrollo de su amor (inicio, durante y final) es este cortometraje. Chequeenlo, buen cortometraje chiclayano.
martes, 19 de abril de 2011
La clásica y otros cortos
(Dirigido por Antolín Prieto – Perú 2005) No voy a dar consejos. Que se las arreglen solos. Después uno habla y termina de malo.
Mauricio (Yusepi Díaz) le cuenta por teléfono su rollo amoroso a su pata Lucho (Yonel Carrión). Su enamorada Patty (Flor Rebaza) le ha dicho que está embarazada. Que también por teléfono le ha comunicado la noticia. Lucho está harto de escuchar a Mauricio y hacerla de “Doctora Corazón”, especialmente porque siempre le dice la clásica, o mejor dicho las clásicas: “Yo la quiero pero ella no me entiende”, “Me llega que se hable con su ex”, “La quiero como mierda”, “Yo le pido para pasarla juntos pero no quiere dejar a sus amigas un ratito”, “Nunca me había templado así”, “Alucina que una vez la espere 6 horas fuera de su casa”. Está vez Lucho piensa que le toca preguntar cojudeces: Cuanto tiempo tiene? Cómo? Cuando? Qué vas hacer? Te lo vas a bajar?
Mauricio dice a la cámara que él va ser un padre ejemplar y todo a lo legal. Patty dice a la cámara que Mauricio lo quiere y eso es lo que importa.
Lucho explica a la cámara que hay dos verdades que no sabe ni uno ni otro. Mauricio no es un santo y Patty tampoco. Uno trampea de vez en cuando y la otra sigue tirando con su ex (así que de quién será el hijo). Lucho prefiere quedarse callado y no revelar nada a ninguno, mejor así, que ellos arreglen solos sus roches. Qué pasara en el futuro?
El torito
(Dirigido por Antolín Prieto – Perú 2004) Todo tiene su final, nada dura para siempre, debemos de recordar que no existe eternidad.
El taxi amarillo de placa BD-6826. El Torito (William Chumpitaz) es su conductor, canta canciones de Héctor Lavoe cuando maneja y a falta de radio (la suya está malograda). A él le gusta hablar con los pasajeros acerca del luchador mexicano al que llaman “El Santo”. Es un gran admirador, se ha visto todas sus películas. Antes se dedicaba a boxear y así se sentía más hombre. El zurdo “Torito Gómez” le decían.
Taxiar es como estar todo el día en su casa. Su nave, la BD-8626, importante porque es suya. Taxiar es importante para ayudar a la gente porque él a los pasajeros: los lleva, los trae, ellos lo oyen, él los escucha, es un poco psicólogo, guardaespaldas y un poco amigo.
Torito es el retrato de los taxistas, grandes maestros de la calle (o de la vida). Pienso que hay taxistas conversadores, con ellos se mantiene una buena conversación donde al final ellos comparten más de su vida con uno. Quieren ser escuchados. Recuerdo a taxistas que van desde lo que estuvieron en la guerra, pasando por los que estudiaron a la universidad hasta los que no estudiaron pero saben más que muchos.
La bolsa
(Dirigido por David Hoyos – Perú 2005)
Él (Antolín Prieto) viaja en un micro por la ciudad de Trujillo. Como se encuentra parado, le da cosa tanta gente que se acumula a su alrededor. Se baja en una esquina, se siente observado, demás esta decir que parece medio paranoico.
Empieza a caminar, ve una bolsa negra tirada en el piso y la patea. Al rato sigue caminando pero él siente que alguien lo sigue. La cámara lo enfoca por detrás, él voltea, sabe que alguien lo sigue. Segundos después se da cuenta que la bolsa que él pateo lo está siguiendo. Empieza a correr y la bolsa empieza a perseguirlo. Va por aquí y por allá. La bolsa negra no lo suelta. Se esconde en un mercado y cuando piensa que ya está a salvo, se da cuenta que todos los puestos están llenos de bolsas negras. Y ahora qué va hacer?.
lunes, 18 de abril de 2011
Are you feeling lonely?
Baddy (Pashu-Pathi Ganeshan) trabaja en la morgue. Se encarga de la limpieza luego de las autopsias que realizan los doctores. Baddy tiene una rara afición, le gusta llamar a las esposas de los recientemente fallecidos. Primero: Escoge de entre las tarjetas de identificación de los cadáveres, alguna que llame más su atención. Segundo: Busca en la guía telefónica el apellido y nombre. Tercero: Llama por teléfono y pregunta por la señora de la casa. Cuarto: Averigua con sus preguntas si ella sabe de la muerte del esposo, si desconoce, empieza a preguntarle si se siente sola, luego empieza a decirle cosas bonitas como buscando enamorarlas para finalmente invitarlas a salir.
La voz de Baddy es graciosa, las mujeres que reciben sus llamadas desconfían pero le siguen la corriente. Como divirtiéndose con el tipo detrás del teléfono. Se imaginan que deber ser un pata bien rayado. Contra todo pronóstico algunas ingenuas le paran bola y aceptan sus invitaciones. Lo que desconocen son las otras manías que tiene Baddy.
viernes, 15 de abril de 2011
Púrpura y otros cortos
Andrés (Leonardo Torres Vilar) tiene una enfermedad que lo tiene postrado en la cama. No puede hablar, moverse, lo único que hace es convivir con sus recuerdos. Se le vienen recuerdos como el reencuentro con su amiga Gaby (Vanessa Robiano), el carácter duro de su padre (Hernán Romero). Sin embargo hay un detalle no se le vienen a la mente los finales de sus recuerdos y eso lo atormenta. Sabe los finales de las telenovelas y hasta los de las protestas universitarias pero no es capaz de recordar las suyas propias.
No se lo digas a nadie
Sabes cuál es tu problema Joaquín, que no tienes espíritu de lucha. Eres un looser.
Joaquín Camino (Santiago Magill) tiene una madre amante de la misa dominical y un padre que quiere que su hijo sea bien macho en el futuro. Ninguno de los padres analiza el potencial del muchacho, en qué es bueno, qué le gusta, quizá si hicieran esto o aquello podrían ayudar a hacerlo una mejor persona.
Pasa el tiempo y Joaquín tiene su propio departamento y estudia en la universidad, repite cursos, tiene un amigo Alfonso que es tan igual o peor que él en las notas. Como tiene que realizar un trabajo grupal, se junta con una chica muy guapa llamada Alejandra (Lucía Jiménez). Ella le pregunta si tiene enamorada, él le dice que no. Luego él le formula la pregunta a ella, ella le responde que esta con un pata pero como que ya esta aburrida del chico en cuestión.
El día que ella se pelea con su enamorado, va al departamento de Joaquín. Ella llora desconsoladamente en los brazos de Joaquín, luego están besándose apasionadamente, acariciando sus cuerpos semidesnudos y cuando parece que van hacer el amor, el muchacho se va al baño. Alejandra piensa que él seguro tiene el problema de la impotencia. Al rato Joaquín le abre su corazón a ella y le cuenta sus conflictos internos (le gustan los hombres), ella le promete que en su compañía va ser un nuevo hombre.
Entre la pareja se establece una química tremenda. Ella esta muy contenta de su relación con Joaquín. Sin embargo, él sigue tan confundido como cuando era pequeño, el mundo de las drogas comienza a destruir su cerebro, se apega a sus patas Gonzalo (Christian Meier) y Alfonso (Giovanni Ciccia) y se vuelven “más que patas”. Un día Joaquín huye de todo y se va del país.
Huir no soluciona los problemas porque los llevas contigo. En la escena siguiente Joaquín esta paseando perros en Miami. Es el único empleo “aparente” que consiguió en los Estados Unidos, claro que a sus familiares en Perú no les cuenta eso. Es tanta la alienación en Perú que él pensaba que irse a Norte América era como ir al paraíso. Pero la realidad a la que se enfrenta es otra. Una vez más Joaquín está confundido. Una noche en una discoteca se encuentra con Alejandra después de mucho tiempo. Ella todavía lo quiere, él sabe que ella es la única mujer que lo comprende, inclusive más que su madre. Todavía está a tiempo de salvar su destino o quizá de salvar las apariencias porque eso aprendió de sus amigos en Lima. Mejor hacerse o parecer a “el qué dirán”.
La polémica cinta de Lombardi basada en el libro de Jaime Baily cuenta con las buenas actuaciones de Santiago Magill, Hernán Romero y Giovanni Ciccia.
martes, 5 de abril de 2011
Reminiscencias
Para Platón no era el conocimiento más que una reminiscencia. La película de Juan Daniel Fernández son una serie de recuerdos pegados, indistintamente del tiempo cronológico, en una cinta de 80 minutos. Se puede ver escenas de un niño soplando las velas de la torta de cumpleaños, de un joven conversando con una chica, otra vez de ese mismo niño dándole cerveza a un mono y divirtiéndose, muchas escenas de sus padres felices con la cámara enfocándolos. El sentido de familia se siente en el filme y uno lo percibe.
Uno se pone a pensar que le lleva a un director a plantear un filme que por momentos pareciera tan extraño, raro. ¿Cuáles son sus motivaciones para hacer esta cinta? La respuesta la hallamos hacia la mitad de la cinta: La cámara enfoca a un tipo sentado en su cama, él nos mira y habla sobre el miedo a la muerte. Es un paralizante para algunas personas. Sin embargo, el miedo está demás porque todos vamos a morir si no es en unos años, mañana o pasado o en un rato. Por gusto pensamos en el futuro entonces. Lo que importa es el presente, el pasado ya fue (debemos recordarlo porque nos sirve de todas maneras para no volver a cometer los mismos errores y para repetir las fórmulas de acierto. No podemos huir del pasado ni tampoco del futuro). En la medida que trabajamos el presente, nuestro presente, forjamos nuestra excelencia como seres humanos, obvio siempre en el marco de la moral y la ética, sin libertinaje.
sábado, 2 de abril de 2011
Cada Viernes Sangre
Tu película dira: “El cine soy yo”
Denisse (Claudia Burga) es una chica mala (el borrador que olía a fresa es la clave para entender como se inicio en esto de la maldad). Chris (Fernando Montenegro) es un chico malo (una fiesta de disfraces una clave en el caso de él). Denisse y Chris tienen una fascinación por robar, les da un placer previo a la hora de hacer el amor. Por cierto, sus artes amatorias lindan entre el sadismo y el masoquismo. Los dos tienen ínfulas de ser los listos, sin embargo hay un detalle, entre los dos hay alguien que es más listo que el otro porque conoce los puntos débiles del otro con más detalle: me refiero a Denisse.
Chris planea un robo, se le ocurre que Denisse sea participe. Para que el robo sea perfecto deben ser mínimo 4 personas. Denisse y Chris empiezan a convocar amigos expertos en mañas poco honestas o que necesitan dinero para realizar sus sueños, pero eso si que sean también listos (como ellos).
Hay un detalle: desde Chris, pasando por Denisse, sus amigos de ambos, cada uno tiene un plan propio para cuando llegue el día del ansiado robo.
Anoche pasaron en CAFAE la última cinta de Fernando Montenegro. Lo mejor del filme son los diálogos de los protagonistas, desde que se inicia la película cuando los personajes principales se reencuentran tras un año que no se ven hasta la escena final. Francois Truffaut, un especialista en cine de autor, decía que tanto las historias como personajes debían enfocarse desde una perspectiva humana y si uno la sentía real, mejor. Los diálogos, frases y situaciones del filme se sienten reales y hasta cierto punto reflexivos. Otro punto a favor del filme es la música de fondo (ojo con la letra de las canciones que encajan a la perfección con lo que plantea el filme). El último punto a favor del filme son los fondos y colores que se han utilizado para todo el desarrollo del filme. En resumen uno de los trabajos de cine independiente (o cine B peruano o cine negro peruano o cine en construcción o cine simplemente) mejor logrado y más llamativos de los últimos tiempos. Me olvidaba que las actuaciones también son para destacar y para tener en cuenta en el futuro (por no decir en el presente).
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